La vida va en un adiós,
te digo adiós,
amar de nuevo es castigo
del exceso de amor dado.
Arde en la llama,
esa del amor.
¿Por qué se ama?
¿Por qué no se olvida?
Andar las rosas,
beber el vino
y camina sin ir a ningún lado.
Sed después de beberte,
ver tu sombra en el abismo
de este amor, el mismo y diferente.
Del olvido nace la muerte,
de la mano del recuerdo.
La angustia del alma no cesa,
porque besamos la sombra
de la boca ajena,
otra boca que amarga
Entre los dos queda el adiós.
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